jueves, 15 de mayo de 2008

Se dijo alguna tarde frente a su sombra:


No encuentro la palabra y mi cabeza pide otra vuelta,
Veo que no todo es bueno de aquel lado del espejo, te veo de rodillas pidiendo más…
No son claras las reglas, no las elegí, nunca pude haberlo hecho así…
No importa si es antes o después de la noche, sabemos que ella nunca llega como la necesitamos.
Mis manos abrazan egoístas sólo a mi llanto, el tuyo, descreído, tampoco se acuerda del mío…
No son las reglas, es el modo…
No elegimos este cielo ni este sol, pero si el ojo con el que lo contemplamos.

No encuentro la palabra y mi alma dice que ya es suficiente, que no habrá otra vuelta,
Mi cabeza sangra, quiere otra prueba de vanidad, otro mecánico modo de pensar,
No todo es tan bueno de este lado del espejo, me veo de rodillas no queriendo querer más…
No son claras las reglas como tampoco mi modo de amar,
No importa ya si es antes o después del sol,... la luz no es nuestra a esta hora y ya nunca lo será…
Tus manos, que a la vez las mías, no me conocen y me dejan caer… dirás que hago lo mismo, lo sé, pero no ves que yo soy el rey.
No es el modo, son las reglas, se te olvida con frecuencia mi condición de mentor, mi lado redentor.
No elegiste este cielo, yo te traje hasta él,… no elegiste esta luna, yo te la enseñé…
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Desgracia de buscar en el espejo alguna verdad…
desdicha de no verme en él…
error de buscar otra realidad, otra forma de ser…
Desgracia de buscar en el espejo alguna verdad distinta a la que hay…
malentendido a la hora de encontrarla…
error al apropiarla…


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Esta secuencia conjeturó sus pasos. El maleficio estaba al acecho y nunca nadie le avisó…
Sus manos no encuentran las nuestras, sus rezos nunca llegan…
Su cielo está hecho de promesas, su infierno de realidades…
Él, hecho cuerpo, cae vencido en la alfombra de nuestros besos, bajo la niebla de nuestros ojos.
Él ya no es él… no lo vemos en su lugar…
Pasa sus días en el purgatorio reconstruyendo planes
Arrodillado frente a al fuego que le incinera la calma…
Sus ojos no se cierran, permanecen atentos cada vez más, cerca del final…


guigiar

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