martes, 27 de septiembre de 2011

y que sea la hora, que ya no se puede esperar más.. sabemos que el sol no se va a descolgar, pero de todas maneras arde dentro no poder (por hoy) sentirlo.. si está allá.. a tan sólo kilómetros, a tan sólo movientos, a tan sólo una decisión..
y la hora parece que no será, habrá que entender (y fascinarse) ante la realidad.. la realidad que nos muestra que la hora no será, que la hora no vendrá por nadie.. habrá que solamente decidirla, elegirla.
para sentir que moverse en si mismo es un acto para nada alienante, para nada rutinario, y tras sentirlo entenderlo, comprenderlo, y recién allí decidir el propio movimiento, a cada paso, a cada árbol, a cada casa, a cada abrazo.. sonreír queriendo hacerlo, sonreír porque es la única salida posible de nuestro cuerpo ante la alegría, sonreír y así dar muerte a tantas frustaciones, a tantas histerias, que no son otra cosa que espejos de las pesadas cadenas que nos sostienen, que nos contienen..
liberar el cuerpo del peso, de la realidad digitada, impuesta, y mal vivida, liberar al cuerpo del deber.. ese deber al que siempre se le debe y con el cual nunca se salda la deuda.. ese deber que te rompe las rodillas para que no puedas correr, ese deber que te mantiene estable, quieto, frente a tantos canales como tu saldo te permitan pagar..
y claramente la hora no viene siendo, ni tampoco lo será simplemente porque creamos que necesariamente tiene que llegar.. será en la medida que la hagamos, que lo toquemos, que la priorizemos.

miércoles, 24 de agosto de 2011

la hora viene doblando a la esquina

y es que los gorros invisibles y coloridos sobre las cabezas quedan tan bien..

botellas danzando y rebotando entre manos, enteras y cortadas, pero siempre llenas

las palmeras bajo el sol y esa nube.. esa nube nos dan un rojo tan natural, tan nuestro..

todo dispuesto, tirado sobre la mesa, también vino por hoy la verdad

el tiempo por esta noche no se fragmenta, y se vive de a un solo rato, de a sentidos

todos alegres y riendo y también un poco retorcidos, pero vivos, unidos y bien vivos

Quizás algunas prefieran que se les haga la hora

y otros escojan peinarse antes que ponerse transparentes gorras

querrán beber en vasos prolijos y preparados con sus dos cubitos de hielo

y tal vez las palmeras les sean tan solo una lámpara.. si, envuelta en celofán

la verdad solo les será de sus relatos, no de sus interpretaciones, no la verán

van a mirar sus relojes y al ver nuestras caras no encontraran sentido.

todos sentados, cruzados, y hablando entrecortado.

martes, 5 de julio de 2011

careta

qué no vas a correr? y porqué no sabés a dónde?
pero si lo que querés es moverte, irte, correrte.
corré igual, a algún lugar vas a llegar, o al menos de algún lugar te vas a ir.

que el mes, el día y la hora existirán pero que será a su debido tiempo,
que el ciclo nace en el corazón, y que obedezcan tus ideas es la tarea.. (y sólo la primera)
no claro, no será sencillo, pero que si lo es?
cierto, aquellas sensaciones que nacen del conformismo si que son sencillas,
fáciles de llevar... de llevar, pero a dónde? si así no te vas, si así te quedás,
días y días de más... con sensaciones fáciles de llevar a ningún lugar,
quizás tan sólo al funeral, y luego al cementerio, y tal vez luego a algún lago..
(o con suerte una semana a buzios y otra a nueva york, después a trabajar)

es mejor correr, sentir el viaje y el viento en la frente
y si crece la frente o el viaje se hace largo más lejos vas a llegar,
y por ahí cuánto más lejos llegues recuerdes de tanto en tanto a dónde vas,
porque de dónde venís no te vas a olvidar más.

miércoles, 26 de enero de 2011

hombres sobre hombres y humos tras otros,
hombres mirando de reojo -relojeando- envueltos en rudas frazadas,
hombres que viven sus horas en sordos debates, y otros que embellecen todo tipo de espanto;
hombres suavecitos, tibios, de sonrisas de manual y frases de enciclopedia,
hombres frágiles como tu memoria, la misma que solo te recuerda aquello que pudiste ser,
la misma que sólo recuerda a hombres atentos y gentiles, "tan soberbios y despiadados";
bombas aturden hombres, bocinas les dificultan pensar, trabajos no los dejan mover,
ocasionalmente buscan mujeres que no los dejen actuar, que los condenen a temer.
hombres que se diluyen, que no salen al sol, que se refugian de la lluvia;
hombres sobre hombres sin siquiera notarlo,
hombres respirando a condición de ceder su vida a noctámbulos temores que jamás les darán algo de su merecida libertad.

domingo, 23 de enero de 2011

se dice

lazos amarrando nubes y nubes dibujando cielos, las ciudades son oscuras como sus personas y atrevidas y extrovertidas, y en los parques se esconden sus deseos, sus mejores deseos, los cuales unidos y comandados serían un gran motor para intentar concretar una visión distinta a la actual -y probablemente superadora- sobre la administración y el uso de los recursos del planeta, para los planetarios.
parques que custodian el cielo, ese cielo que asoma desde el parque centenario o desde el balcón de la casa de carlos, y para ser más preciso desde su ventana, desde donde se puede escuchar la autopista pero afortunadamente también ver el cielo, y en él esos lazos que marean las nubes mientras con nuestros ojos jugábamos hace años a reírnos de esos dibujos premonitorios e insignificantes a la vez.
y la mierda de hoy confirmándose desde la televisión, y las miradas de cualquier vagón todas iguales, hartas, desconocidas, incompletas, y a cualquier rumbo; las sonrisas son de las autopistas, de los conductores y no de los choferes, de los que no van a parques a ver ese cielo, o de los que no vienen a lo de carlos para a la autopista solo oírla.
de empezar por pensar y terminar pensando en nada, o con mayor certeza pensando en lo malo que a veces puede tornarse pensar, y sólo pensar. y crecer pensando y nunca haciendo, de empezar y acabar historias circulares en territorios en los cuales sólo capitanea al destino el temor, ese temor que obliga a pensar y pensar en ratos en los que sólo valdría andar haciendo, concretando.
y volver a los días y encontrarlos tal cual estaban, idénticos pero renovados, como tu ilusión que sólo ilusiona y no produce, y no hace, y el golpe es tan duro y la realidad tan real, tan pesada, tan de verdad y de costumbres tan aprobadas y reproducidas que la propia verdad padece un escandoloso temor, viéndose obligada a achicarse y buscar un refugio para el alma en pensar...
y ya basta, ya basta que se hacen las doce y no están ni la luna y el sol.
y ya basta que las ciudades se están robando el cielo hace muchos, muchos años, y nunca nadie dice nada, ahora si, si te afanaran un sueldo preferirías que encierren a todos los extranjeros y que mutilen a todos los bandidos... ¿por un sueldo?¿tenés un sueldo?, que suerte, ojalá visites muchos shopings, tantos como quepan en tu placard...
por suerte todavía hay bicicletas para ir hasta parque y por suerte todavía esta despierto carlos, como pasar al balcón y sentarse en su ventana.