Lunes: Trotes matinales. Recuperación.
Martes: Trotes intensos matinales. Ejercicios.
Miércoles: Relax en la mañana. Fútbol en la noche.
Jueves: Trotes vespertinos. Recuperación.
Viernes: Trotes intensos matinales/vespertinos. Ejercicios.
Sábados: Día libre.
Domingo: Relax en la mañana. Fútbol en la noche.
Esta agenda ha sido minuciosamente confeccionada (y pensada) por mi preparador físico con el único objetivo de recuperar al atleta que aguarda prófugo aquí dentro. Si bien contamos con ciertas licencias a la hora de cumplir estrictamente lo pautado, nuestro compromiso deberá ser validado diariamente y a cada instante.
El cuerpo de entrenadores que apoya a mi preparador físico dio cuenta de la dificultad que deberé afrontar, siendo este un incentivo para mi psicólogo deportivo. Él deberá encargarse de mantenerme constante en todo momento (sobre todo en los primeros), y deberá tener especial cuidado en mis recaídas ociosas.
A su vez, hemos contratado un grupo de astrónomos especialmente capacitados en la lectura del cielo y sus fenómenos. Estos muchachos estarán encargados de comunicarle diariamente a mi equipo (vía mail) el estado del clima, pudiendo estos últimos reorganizar la rutina o suspender las actividades según nuestra conveniencia.
Por otra parte mi representante ha conseguido (y pronto estará especialmente acondicionado) unos de los espacios más agradables, al aire libre, dentro de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata del Parque Centenario. Este será escenario de nuestro esfuerzo y testigo de nuestra ilusión.
Por último, mi agente de prensa (quien me permitió el capricho de escribir estas líneas) gestionara personalmente los pedidos de entrevistas a medios nacionales e internacionales con minuciosa sincronización. Lo mismo sucederá con aquellos que quieran acercarse en busca de una foto, un autógrafo, o simplemente a dar una palabra de aliento.
Desde ya muchas gracias.
Martes: Trotes intensos matinales. Ejercicios.
Miércoles: Relax en la mañana. Fútbol en la noche.
Jueves: Trotes vespertinos. Recuperación.
Viernes: Trotes intensos matinales/vespertinos. Ejercicios.
Sábados: Día libre.
Domingo: Relax en la mañana. Fútbol en la noche.
Esta agenda ha sido minuciosamente confeccionada (y pensada) por mi preparador físico con el único objetivo de recuperar al atleta que aguarda prófugo aquí dentro. Si bien contamos con ciertas licencias a la hora de cumplir estrictamente lo pautado, nuestro compromiso deberá ser validado diariamente y a cada instante.
El cuerpo de entrenadores que apoya a mi preparador físico dio cuenta de la dificultad que deberé afrontar, siendo este un incentivo para mi psicólogo deportivo. Él deberá encargarse de mantenerme constante en todo momento (sobre todo en los primeros), y deberá tener especial cuidado en mis recaídas ociosas.
A su vez, hemos contratado un grupo de astrónomos especialmente capacitados en la lectura del cielo y sus fenómenos. Estos muchachos estarán encargados de comunicarle diariamente a mi equipo (vía mail) el estado del clima, pudiendo estos últimos reorganizar la rutina o suspender las actividades según nuestra conveniencia.
Por otra parte mi representante ha conseguido (y pronto estará especialmente acondicionado) unos de los espacios más agradables, al aire libre, dentro de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata del Parque Centenario. Este será escenario de nuestro esfuerzo y testigo de nuestra ilusión.
Por último, mi agente de prensa (quien me permitió el capricho de escribir estas líneas) gestionara personalmente los pedidos de entrevistas a medios nacionales e internacionales con minuciosa sincronización. Lo mismo sucederá con aquellos que quieran acercarse en busca de una foto, un autógrafo, o simplemente a dar una palabra de aliento.
Desde ya muchas gracias.