----------------------------------------------------------------------------------------""y así nos fuimos acostumbrando a que la vida es en esencia aquello a lo que de ninguna manera podemos acceder, pues no podemos moldearla, no podemos saborearla, e incluso tampoco podemos incidir en ella; así nos fuimos acostumbrando a que las decisiones son ilustraciones sobre un firmamento que tan sólo decora el aire de este complejo de relaciones que tenemos por mundo, siempre pensando en el aire como un aspecto algo más que insignificante en este entreverado complejo; así nos fuimos haciendo junto a la idea cada día más certera de que por más fuerzas que pongamos en querer resistir jamás seremos otra cosa que un grano de arena sobre este firmamento, y que todas nuestras fuerzas no serán sino para nosotros un engaño perceptual y sensorial con características meramente físicas, que se nos presentarán ante una conciencia desesperada que busca aferrarse a ellos como para hallar alguna esperanza y no morir derrumbada ante la única certeza de que todo estará perdido.
así se nos fueron -y seguirán- yendo los días sin que gracias a ello pudiéramos entender un poco más de tamaño desencanto. haberlo visto todo tan bello aquella mañana en la que finalmente alguien sobre este mundo pudo entender qué era el sol, y haberlo tenido que ocultar todo en el océano de la conciencia para seguir tolerando una vida que de allí en más, y eternamente, será desdichada, es una sensación un tanto justa si se merece el castigo.
¿cómo hubieras levantado aquella mañana sin su rostro, y cómo hubieras comprendido que todo había cambiado sin antes no haberte descubierto de rodillas ante tus demonios, antes tus pasados, esos pasados que transitaste queriendo ser siempre otra persona, y lo que es peor, viviendo como si realmente hubieras sido otra persona? vaya atentado a la conciencia, vaya derrota de tu alma hombre, vaya flagelo por tus noches... y no decir que has tenido suerte sería no entender que realmente no has tenido suerte, y no porque la suerte habite en un lugar encantando que jamás has tenido por fortuna hallar, no porque la suerte sea un don milagroso que te cede algún dios y que por ello tus atributos serán mejores, tus deseos serán órdenes, no has tenido suerte porque no la has merecido, porque no la has cultivado, y si tu intención es no abandonar el pretexto de la suerte allí tienes otra vez tu responsabilidad.""""""-------------------