Una luz de luna llena en tus ojos yo vi,
el aire huele a rocío en el amanecer,
la lluvia borra la huella, lava las lágrimas.
Rema que rema el barquero,
rema sin pestañar,
rema mi vida, una gota en el mar.
Desde la orilla del tiempo hacia la eternidad,
breve como un suspiro la vida se va.
Voy navegando el espacio...
la barca ya partió.
¿Un consejo?, escucharla. ¿Dos consejos?, escucharla y bailarla. ¿Otro consejo?, cantarla. ¿El último consejo?, escucharla, bailarla y cantarla a la vez. ¿Otro consejo más?, escucharla, cantarla y bailarla con alguien más. ¿Otro?, bueno, además de todo eso, intentá darle un poco más de bola que a tn, tu nene, ese nene que te pide porque sabe que le das; un nene de esos nenes caprichosos que no te dejan en paz un segundo y entonces cuando estás por desesperar entendés que son nenes, y que bueno, por más denso que se ponga ese nene la culpa no es de él, es también -en parte- de tn. Claro, que tn es el mismo nene que a su vez es así de denso porque la culpa -en parte- también es de tn; claro, eso. ¿Otro consejo más, el último de verdad?, que te cuides de los jubilados, porque a los jubilados no les importa nada, y entonces si tienen que hacer quilombo lo van a hacer, con placer lo van a hacer, con ese orgullo que sólo la terquedad perfeccionada por el paso del tiempo puede provocar... Entonces esos jubilados van "jubileando" por las calles y lo comercios decididos a pudrirla si la situación lo merece. Entonces cuidarte de su accionar temerario no te va a venir mal... por ejemplo: pensá en elegir, adentro de un supermercado chino, la cola que tiene por delante un jubilado... poné que por algún motivo el chino no le entienda algo al jubilado y el jubilado no se lo quiera volver a expresar, y entonces listo, fuiste, quilombo. Pensá en ese ejemplo pero también pensá en este: suponé que trabajas en un comercio, en un local, o en lo que sea pero que tenga atención al cliente... e imaginá que te cae un jubilado y vos no tenés un gran día... imaginá que porque sos un chabón -o una chabona- que tiene las patas infladas y los ojos ardiendo de tanto trabajar le contestás mal... imaginalo un segundo y no imagines más... listo, quilombo. Por eso, tené cuidado con los jubilados... ¿Que otro consejo más, pero que el último de verdad?, que sigas sólo el primero.
rema que rema el barquero...
el aire huele a rocío en el amanecer,
la lluvia borra la huella, lava las lágrimas.
Rema que rema el barquero,
rema sin pestañar,
rema mi vida, una gota en el mar.
Desde la orilla del tiempo hacia la eternidad,
breve como un suspiro la vida se va.
Voy navegando el espacio...
la barca ya partió.
¿Un consejo?, escucharla. ¿Dos consejos?, escucharla y bailarla. ¿Otro consejo?, cantarla. ¿El último consejo?, escucharla, bailarla y cantarla a la vez. ¿Otro consejo más?, escucharla, cantarla y bailarla con alguien más. ¿Otro?, bueno, además de todo eso, intentá darle un poco más de bola que a tn, tu nene, ese nene que te pide porque sabe que le das; un nene de esos nenes caprichosos que no te dejan en paz un segundo y entonces cuando estás por desesperar entendés que son nenes, y que bueno, por más denso que se ponga ese nene la culpa no es de él, es también -en parte- de tn. Claro, que tn es el mismo nene que a su vez es así de denso porque la culpa -en parte- también es de tn; claro, eso. ¿Otro consejo más, el último de verdad?, que te cuides de los jubilados, porque a los jubilados no les importa nada, y entonces si tienen que hacer quilombo lo van a hacer, con placer lo van a hacer, con ese orgullo que sólo la terquedad perfeccionada por el paso del tiempo puede provocar... Entonces esos jubilados van "jubileando" por las calles y lo comercios decididos a pudrirla si la situación lo merece. Entonces cuidarte de su accionar temerario no te va a venir mal... por ejemplo: pensá en elegir, adentro de un supermercado chino, la cola que tiene por delante un jubilado... poné que por algún motivo el chino no le entienda algo al jubilado y el jubilado no se lo quiera volver a expresar, y entonces listo, fuiste, quilombo. Pensá en ese ejemplo pero también pensá en este: suponé que trabajas en un comercio, en un local, o en lo que sea pero que tenga atención al cliente... e imaginá que te cae un jubilado y vos no tenés un gran día... imaginá que porque sos un chabón -o una chabona- que tiene las patas infladas y los ojos ardiendo de tanto trabajar le contestás mal... imaginalo un segundo y no imagines más... listo, quilombo. Por eso, tené cuidado con los jubilados... ¿Que otro consejo más, pero que el último de verdad?, que sigas sólo el primero.
rema que rema el barquero...
Querido T: "y que bueno, por más denso que se ponga ese nene la culpa no es de él"
ResponderEliminarsi lo sabre tengo uno sentado en frente jjajjjaaj
besos
Bee
Pd: sigo sus consejos gurú
Querido T: "y que bueno, por más denso que se ponga ese nene la culpa no es de él"
ResponderEliminarsi lo sabre tengo uno sentado en frente jjajjjaaj
besos
Bee
Pd: sigo sus consejos gurú
Mi jefe acaba de volver de Cochabamba.
ResponderEliminarLe gustó mucho, felicitaciones jubileitor.
la culpa no es del chancho... sino del que mira tn.
ResponderEliminarAguante Norma Pla!!!!
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