Out

Aún recuerda sus pies tendidos en aquel espacio. Aún recuerda como jugaban sus sentidos a confundirse con el viento. Imagina cada mañana que aquello no fue un sueño y vuelve a luchar por no perder su imaginación.
Él recuerda sus pies bailando con el aire al borde del abismo más profundo.
El cielo naranja pintaba todas sus probables espaldas. Parecía una explosión pacífica, de tranquilidad, de esas que no desatan llantos innecesarios.
Sus pies seguían bailando cada vez con menos coordinación. Su bondad hacía el esfuerzo pero no lograba entender la razón…
Sus manos eran parte de la tierra. Sus dedos acariciaban piedras que ya nunca podrán olvidar.
Cada mañana recoge las esperanzas de volver a ser él, aprieta fuerte el puño contra la oscuridad del día y maldice sólo por maldecir.
No hay camino que traiga bailes a sus pies, no existe razón de querer ser menos, aunque lo es.
Entre líneas deja entrever su posición. Poco puede aprender del tiempo en estos lugares, las ciudades oscuras se encargarán del resto.
Tal vez alguna mañana despierte sin darse cuenta que despertó, y así probablemente se sucederán sus mañanas en la oscura ciudad.
En el algún lugar, en el mundo de sus sentidos, puede arrimar un recuerdo generoso de tranquilidad. De eternidad.